Carta a mi querida amiga y colega
Querida
Olga, como siempre recordándote y especialmente estas charlas magnificas en el café
de enfrente de tu casa, mi querida maestra de didáctica, mi amiga y compañera
de aventuras…. ¡Cuánto he aprendido de ti!!!
Hoy
no estas entre nosotros en presencia física, pero si a través de tu magnífico libro”
Una didáctica para un profesor diferente”,
vigente hasta hoy, aunque lo escribiste hace años…. Te llevo y lo llevo conmigo a todas partes….
Te
cuento que hoy y desde hace unos meses (que parecen años) atravesamos unas de
las situaciones más difíciles que hubiésemos imaginado en educación, La pandemia por coronavirus…. Un enorme desafío
que nos ha puesto en jaque para salir adelante: creatividad; uso de Tics;
comunicación en la virtualidad, y como siempre hablábamos … el mayor de todos: llegar a todos los estudiantes y disminuir la
brecha.
Quiero
que sepas, que todo lo aprendido, a lo largo del camino, ha sido capitalizado
en mi persona, como algo muy valioso. Y es eso lo que hace que me mantenga
firme para continuar con entusiasmo la tarea…
Cuando te fuiste ya habíamos
conversado de todo lo nuevo que aprendimos e incorporamos como docentes.
Pero hoy, recordándote,
pienso que lo más significativo, es como, nuestros valores como seres humanos
se hacen presentes y se transparentan en todas nuestras acciones, no solo en el
ámbito profesional, sino en el personal.
¿Te extraño y muchas
veces, ante situaciones desafiantes, pienso…Que hubiese hecho Olga? Como hubiese
resuelto esto? Que me habría sugerido? Y siempre escucho las palabras clave una
y otra vez:
Adaptabilidad, entusiasmo,
respeto, ser siempre constructivo y no olvidarse de contribuir.
¡Hasta pronto querida
amiga y colega de mi corazón!!!
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